10 experimentos para que tus hijos se interesen por la ciencia

¿Cómo hacer que un niño se interese por la ciencia?

Los experimentos para niños son una forma excelente de iniciar a los más pequeños en los misterios de la ciencia y hacer que comiencen a interesarse por ella.

Para los más pequeños, la ciencia como tal puede resultar tediosa o demasiado complicada, pero si se la presentamos por medio de experimentos divertidos y sorprendentes que capten su atención, ¡les encantará!

Como el objetivo es mantenerlos atentos, los experimentos científicos para ellos suelen tener resultados muy visuales y atractivos. Como aliciente adicional, casi todos pueden realizarse con elementos que podemos encontrar fácilmente por casa o en cualquier supermercado, por lo que no resultarán caros ni aparatosos.

Además, ¿hemos dicho que este tipo de juegos científicos también pueden ser adictivos para los adultos? No te sorprendas si tú también te enganchas a la ciencia y te lo pasas en grande mientras ayudas a tus hijos con estos experimentos. Ese es precisamente el objetivo: aprender que la ciencia es divertida. Para todos.

Una búsqueda rápida por Internet te permitirá encontrar todo tipo de experimentos caseros para niños con los que conseguirás que tus hijos se interesen por la ciencia. Pero hoy hemos querido ahorrarte trabajo, y por ello te traemos los 10 mejores experimentos para preparar entre tus peques y tú. Prepara las gafas, el bloc de notas, las batas blancas y… ¡manos a la obra!

 

10 experimentos geniales para realizar con niños

1. La lámpara de lava

Este experimento es muy sencillo y apto para niños de cualquier edad. En primer lugar, llena un recipiente de cristal con 3/4 de aceite y 1/4 de agua. En pocos segundos los dos líquidos se separarán, con el agua debajo y el aceite, menos denso, por encima. Ahora echa un chorrito de colorante y, lo mejor, una pastilla efervescente (bicarbonato de sodio). Pequeñas burbujas de colores ascenderán constantemente hasta la superficie mientras dure el efecto de la pastilla. Como en una auténtica lámpara de lava. Y lo mejor: cuando la pastilla se haya disuelto, podéis echar otra sin problemas.

 

2. La botella que brilla en la oscuridad

Compra varios palillos de pintura que brilla en la oscuridad (se venden en tiendas de artículos para fiestas, disfraces, etc.) e introdúcelos, rodeados por papel de plástico con colores, en una botella o un frasco de vidrio. Muévelos con cuidado hasta haber creado un patrón de manchitas de colores por todo el interior de papel. Y cuando apagues la luz… ¡Sorpresa!

 

3. Las estalagmitas caseras

Introduce una botella de agua mineral (puede que no funcione con agua del grifo) en el congelador durante dos horas, aproximadamente. Cuando la saques, verás que el agua está muy fría, tal vez con escarcha, pero todavía no congelada. Ahora abre la botella y comienza a verter agua sobre un cubito de hielo, con cuidado de que caiga siempre en el mismo punto. ¿Ves cómo comienza a crecer nuestra pequeña torre de hielo? ¡Increíble!

 

4. El billete que no arde

Coge un billete (lo más pequeño posible, por si acaso…) y mételo en un vaso de agua. Sácalo e intenta prenderle fuego con un mechero… nada, ¿verdad? Como verás, el agua protege el papel del fuego. Ahora hagámoslo más interesante: mete de nuevo el billete en el vaso de agua y después en un vaso lleno de etanol (alcohol de farmacia). Ahora sácalo con ayuda de unas pinzas y préndele fuego. El etanol arderá, pero la capa de agua protegerá el billete hasta que todo el alcohol se haya consumido.

 

5. La palomita monstruosa

Este es probablemente el experimento para niños más sencillo de todos: compra una pastilla de jabón y ponla en el microondas a temperatura máxima durante dos minutos. Verás que un increíble “monstruo” comienza a crecer dentro… ten cuidado al sacarlo, porque la palomita gigantesca estará muy caliente. Lo mejor es cuando se enfríe podréis moldearla y dar rienda suelta a vuestra imaginación.

 

6. El submarino de goma

Compra tres globos de agua e introdúcelos dentro de una tuerca, dejando que las boquillas sobresalgan por el otro lado. Llena hasta arriba una botella de agua e introduce el “submarino” dentro. Y ahora ¡deja que trabaje la física! Si aprietas con fuerza la parte inferior de la botella, nuestro navío improvisado se sumergirá. Si la sueltas, volverá a la superficie. Curioso, ¿verdad?

 

7. Los ositos de goma

Compra ositos de goma (solo necesitarás 4 para el experimento, pero comerse el resto es parte de la diversión) e introdúcelos respectivamente en un vaso de agua, uno de vinagre, uno de agua salada y otro de agua con bicarbonato. Déjalos ahí durante toda la noche y al día siguiente comprueba los resultados. Lo sabemos: ¡pobres ositos!

 

8. Una planta en una cajita

Una forma excelente de enseñar a los niños el ciclo de vida de las plantas, y a cuidar de una. Coge una lenteja o una alubia y métela, junto con un poquito de tierra, en una caja transparente. Si la pones en un lugar con buena iluminación y no olvidas regarla, en una semana tendrás una hermosa plantita.

 

9. El globo que se hincha solo

Llena una botella de plástico con 3/4 de vinagre. Después, llena medio globo de agua con bicarbonato y engánchalo en la boca de la botella. A medida que el bicarbonato vaya cayendo sobre el vinagre, el globo se hinchará por sí solo. Mucho cuidado, porque si no lo quitáis pronto explotará.

 

10. El aceite flotante

Llena un vaso de chupito con aceite de oliva y colócalo en el interior de un vaso más grande. Después, llena el vaso grande con alcohol de 96 grados. Una vez hecho esto, utiliza un embudo para añadir agua a la mezcla, lentamente, hasta que la superficie del aceite se curve. La esfera de aceite, más densa que el agua pero menos densa que el alcohol, se quedará flotando entre ambos líquidos.

 

¡Contadnos! ¿habéis probado ya algunos de estos experientos?

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