¿Qué ventajas tienen los campamentos de verano en inglés?

CAMPAMENTO DE VERANO PARA NIÑOS

¡El verano ya está aquí! Los más pequeños de la casa ya han recibido las notas y ya están pensando en las vacaciones. Un periodo de tiempo para descansar y desconectar de la rutina diaria. Unos meses en los que disfrutar de sus amigos y de su familia.

Sin embargo, si durante ese periodo de tiempo, se puede fortalecer uno de los aspectos más débiles de los niños, el inglés, mucho mejor. Algo que se puede hacer, sin problema alguno, en los campamentos de inglés de verano. Unos lugares con una inmersión lingüística total y en los que se crean unos espacios realmente motivadores para las niñas y los niños.

 

4 razones por las que llevar a los más pequeños a un campamentos de inglés de verano

Pero estos campamentos van un poco más allá. Y es que tratan que la estancia de los más jóvenes sea inolvidable. Diversión, experiencias, sensaciones y todo ello con el inglés de fondo. ¿Qué más se puede pedir?

1. Hacer nuevos amigos

Los campamentos de verano son lugares en los que las niñas y los niños conviven juntos las 24 horas del día. Se levantan, comparten actividades, se sientan a la mesa y juegan juntos. Se cuentan confidencias y hablan de sus gustos y de lo que no les gusta tanto. Y todo ello con otras actividades que les ayudan a socializar aún más.

Todo esto no hace otra cosa que potenciar la amistad. Ver en otras personas que puede haber una gran amistad detrás. Y, ahora, con las nuevas tecnologías, esas amistades pueden mantenerse en el tiempo. Algo muy especial sobre todo si se tiene en cuenta que no se puede cuantificar el valor de la amistad.

 

2. Realizar actividades al aire libre

La sociedad que se tiene hoy en día hace que en la inmensa mayoría de los casos, las mamás y los papás no puedan cuidar de sus hijos durante todo el verano. Esto obliga, en muchas ocasiones, a que tengan que estar en casa viendo la tele o jugando a la video consola.

Sin embargo esto no es lo ideal. De ahí la importancia que tiene el realizar actividades al aire libre durante el verano. Excursiones, senderismo, montar en bicicleta y otras actividades algo más arriesgadas como las acuáticas. Momentos en los que no solo disfrutan de la naturaleza sino de las personas que los rodean. Nunca está de más, al menos durante un tiempo, poder disfrutar del aire libre, el oxígeno, el cielo abierto…

3. Practicar inglés

Como no podía ser de otro modo, el idioma está presente desde que se levantan hasta que se acuestan. De este modo la práctica es constante. Un método muy apropiado para su edad ya que se incorpora de manera natural en el día a día. Hay muy pocos libros y muy pocas clases y los exámenes brillan por su ausencia.

De lo que se trata es de potenciar su nivel de inglés de un modo natural. De no ejercer una presión sobre los jóvenes. Gracias a eso, a las conversaciones que mantendrán con sus compañeros, a los juegos que se organizan y a esas ganas que tienen por aprender, el inglés que aprendan esos días puede ser comparable al que se aprende a lo largo de un curso.

Además, hay un detalle muy importante en este aprendizaje. No solo se ejercita las habilidades de lectura y escritura. También se ejercita la capacidad de escuchar y de hablar. Dos habilidades sumamente importantes. No en vano suelen ser el talón de Aquiles de muchas personas que saben inglés.

4. La diversión está garantizada

Aprender está muy bien. De eso no hay duda. Pero la diversión durante esos días es la gran protagonista. Una diversión que se podría escribir con mayúsculas.

Son muchos los campamentos de verano los que preparan actividades que no se hacen en el día a día: circuitos de habilidades, carreras de piraguas, descensos por acantilados, torneos de paint-ball… y un sinfín de excursiones en las que las risas están garantizadas. Un conjunto de situaciones que tendrá una consecuencia clara: el deseo de volver al campamento el verano que viene.

 

Sin lugar a dudas los campamentos de verano de inglés son una gran idea. El único escollo a salvar, pero esto es algo natural, es el posible temor que puedan tener las mamás y los papás a que sus hijas e hijos lleguen a un entorno desconocido. Un temor que es más por desconocimiento que por otros motivos objetivos. Sin embargo, una vez que se ven las caras de satisfacción de los más pequeños, esta sensación desaparece por lo que ambas partes pueden disfrutar de un verano sensacional. Poco más se le puede pedir a la época estival antes de incorporarse de nuevo al colegio.

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